Vamos a caminar sobre las aguas

XIV Domingo del tiempo Ordinario Mateo 14:22-33
El Evangelio de hoy es una continuación del Evangelio del domingo pasado, pero como celebramos la fiesta de la transfiguración, no lo leímos. Era la historia de la multiplicación de los panes y los peces. Después del milagro, Jesús envió a los discípulos solos y despidió a la multitud. Luego pasó un tiempo a solas en oración y luego caminó sobre el agua hacia los discípulos. El capítulo 14 del Evangelio de Mateo es una revelación a los discípulos de quién es Jesús. 1. Él obra milagros, milagros que muestran su amor y preocupación por las personas que los alimentan. 2. Es una persona de oración. Pasa tiempo solo en silencio. 3. Hace cosas asombrosas como caminar sobre el agua. Realmente Jesús realiza pocos milagros de este tipo, la mayoría de sus milagros son para curar y alimentar a la gente. 4. Invita a los discípulos a confiar en él y también a hacer cosas maravillosas. Sin embargo, hoy me gustaría centrarme en Peter. Pedro el primero de los discípulos, el primer líder de la Iglesia Católica y como puede enseñarnos a ser mejores seguidores de Jesús. El barco representa nuestra seguridad, nuestra comodidad con la vida. Pero para ser un seguidor de Jesús no podemos solo buscar nuestra propia comodidad, no podemos quedarnos en el bote, debemos aventurarnos, tenemos que tomar riesgos. Debemos vivir nuestra fe. Aunque el agua puede estar alta y las olas fuertes, necesitamos salir del bote. Pero nuevamente, tenemos que seguir el ejemplo de Pedro. Cuando salimos de la barca, mantenemos la mirada fija en Jesús. Podemos caminar sobre el agua pero siempre en la dirección de Jesús. ¿Qué significa para nosotros caminar sobre el agua? Como tengo poco tiempo aquí entre ustedes en la Ciudad de México, todavía no estoy seguro de cómo es que caminan sobre el agua, pero estoy seguro de que algunos de ustedes sí. Estoy seguro de que hay personas aquí entre nosotros que hacen cosas bastante asombrosas. Sé que con la comunidad de la que vengo en Los Ángeles, muchas personas caminaron sobre el agua al venir a los Estados Unidos. No los que vinieron por una aventura o para ir de compras, sino las personas que sacrificaron todo en la creencia de que podrían darle una vida mejor a sus familias. Muchas parejas casadas también, sacrificaron tanto por mucho amor. Tal vez la gente camine sobre el agua de maneras pequeñas, diciendo la verdad cuando no es necesario, defendiendo algo en lo que creen. Hay muchos ejemplos. Es que vivir la fe cristiana no es fácil, es arriesgarse, hacer cosas audaces, salir de la barca y caminar hacia Jesús. Pero siempre recuerda cuando comenzamos a fallar, estamos asustados y ya no podemos seguir llamando a Jesús y él nos tomará de sus brazos y evitará que nos ahoguemos.

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