ESCUCHAR Y SEGUIR

4º domingo de Pascua (C) Juan 10, 27-30 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”. ESCUCHAR Y SEGUIR En el evangelio de hoy Jesús nos invita a ser sus ovejas. Y el ofrece ser nuestro Pastor. ¿Qué significa ser las ovejas de Jesús? ¿Qué significa llamar a el nuestro Pastor? La respuesta de Jesús es bien sencilla. Hay dos palabras esenciales, dos pasos importantes. Escuchar y seguir. Tenemos que escuchar la voz de Jesús, y tenemos que seguirle a él. Y si él es nuestro Pastor, él nos conoce. Y así nadie va a poder arrebatarnos de la mano de Jesús. El primer paso es de escuchar a Jesús. ¿Como podemos escuchar la voz de Jesús? Lo más obvio es de escuchar su voz por medio de la palabra de Dios, sobre todo los evangelios. Siempre invito ustedes a leer la Biblia. He dicho que no es suficiente simplemente escuchar la palabra de Dios los Domingos. ¡No! Tenemos que leerla biblia diaria. Podemos leer la biblia empezando con los evangelios un capítulo al día, o leer el evangelio del día. Hay un nuevo podcast La biblia en un año. https://ascensionpress.com/pages/biy-espanol-registration Estaba en inglés y muchos de los feligreses que habla inglés les encantan el podcast. La cosa importante es que cada día estamos leyendo la palabra de Dios. Pero como católicos sabemos que podemos oír la voz de nuestro pastor en muchos lugares. En la Biblia por supuesto, pero también en la misa y la celebración de los sacramentos. También escuchamos la voz del buen Pastor en los demás, especialmente en los pobres y nuestros seres queridos. Si paramos a escuchar a los pobres: los sin casas, los inmigrantes, los refugiados y los enfermos. Los pobres siempre han sido los consentidos de Jesús. Entonces si escuchamos a ellos estamos escuchando a Dios. También a las personas quienes amamos más. Esposos tienen que escuchar a su marido. ¡Tienen que! Sus hijos, las personas importantes en sus vidas. Como tenemos que dedicar tiempo al escuchar la palabra de Dios, tiene que dedicar tiempo a escuchar a las personas quienes aman. No escuchar cuando están viendo la televisión, o saliendo de la casa. Pero dedicar tiempo cuando solamente pueden escuchar el otro. Y por supuesto ellos tienen que escuchar a Uds. También. Pero no basta escuchar su voz. Es necesario seguir a Jesús. Ha llegado el momento de decidirnos de hacer algo, de vivir nuestra fe. Seguir, quiere decir que hacemos las cosas que hacía Jesús. De visitar a los enfermos, ayudar a los pobres, dar de comer a los hambrientos, consolar a los que han perdido un ser querido. Si vamos a seguir a Jesús tenemos que creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él dio, defender la causa del ser humano como él la defendió, acercarnos a los indefensos y desvalidos como él se acercó, ser libres para hacer el bien como él, confiar en el Padre como él confió y enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con que él se enfrentó. Si quienes viven perdidos, solos o desorientados, pueden encontrar en la comunidad cristiana un lugar donde se aprende a vivir juntos de manera más digna, solidaria y liberada siguiendo a Jesús, la Iglesia estará ofreciendo a la sociedad uno de sus mejores servicios. Si escuchamos su voz y seguimos sus pasos vamos a ser sus ovejas el va a conocer a nosotros, y nadie va a poder arrebatarnos de su mano.

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