San Alfonso nos enseña a amar la eucaristía

Fiesta de San Alfonso Maria de Ligorio 1 de Agosto 2021 Juan 6, 24-35 En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?». Respondió Jesús: «La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado». Le replicaron: «,Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”». Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed». Hoy estamos celebrando la fiesta de San Alfonso de Ligorio. El fundador de los Redentoristas, mi padre espiritual. El murió en este día en 1787. Es Santo, doctor de la iglesia, patrón de la oración y de la teología moral. San Alfonso, nuestro padre espiritual enseño a nosotros sus hijos Redentoristas que hay tres elementos esenciales de la espiritualidad Redentorista: la encarnación, la crucifixión, y la eucaristía. Los tres por supuesto señala a Jesús. Como estas semanas estamos leyendo el evangelio de San Juan capitulo 6 yo creo que seria bueno reflexionar sobre la Eucaristía. Capitulo 6 es el discurso sobre Jesús el pan de vida. Aquí encontramos la teología de San Juan sobre la eucaristía. Si recuerdan la semana pasada hemos iniciado el capitulo. Cinco mil personas fueron saciados con 5 panes y dos peses y como Jesús sabia que la gente iban a hacer el rey el mando sus discípulos al otro lado del lago y el escapo a las montañas. Después el cruzo el lago caminando sobre las aguas. Ahora continuamos la historia al otro lado del lago. Aquí continuamos la lectura. Jesús regaña a ellos, diciendo; “Uds. Han venido aquí no porque quieren ver me, sino porque quieren mas de los panes que yo acabo de darles.’’ Se parece a mi después de comer algo muy sabroso. Como yo puedo imaginar mi mama regañándome, ‘Yo se que no vienes a verme, quieres mas de mi comida.¨ Pero sabe que, si es así, mi mama no se enoja, sino se quedo feliz que yo estará allí. Es lo mismo con Jesús. El no se enfada con la gente, el acepta ellos donde están, pero les ayuda a profundizar su deseo. Jesús los desconcierta con un planteamiento inesperado: "Esfuerzanse no por conseguir el alimento transitorio, sino por el permanente, el que da la vida eterna". Pero ¿cómo no preocuparnos por el pan de cada día? El pan es indispensable para vivir. Lo necesitamos y debemos trabajar para que nunca le falte a nadie. Jesús lo sabe. El pan es lo primero. Sin comer no podemos subsistir. No es malo trabajar por pan. Pero Jesús quiere despertar en nosotros un hambre diferente un hambre mas profundo. Nos habla de un pan que no sacia solo el hambre de un día, sino el hambre y la sed de vida que hay en el ser humano. El pan de la vida eterna. Jesús nos presenta como “Pan de vida eterna”. Si se preocupa del pan de cada día, pero quiere darnos mucho mas. Nos invita a una relación muy profunda con el. Solamente estamos en la mitad del capitulo pero al escuchar sus palabras, la gente de Cafarnaún les gritan desde lo hondo de su corazón: "Señor, danos siempre de ese pan". Desde nuestra fe vacilante, vamos a gritar lo mismo. Danos siempre Señor de ese pan. Pero el pan que Jesús quiere dar ellos no es pan cualquiera, sino el mismo. El es el pan que quiere darnos para alimentarnos para siempre. La semana que entra vamos a ver como respondan ellos a esta oferta de Jesús.

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