V Domingo de
Cuaresma
Juan 11 1-45
29 de Marzo
2020
El evangelio de hoy es bastante largo, casi todo el capitulo 11 del
Evangelio de San Juan, 45 versículos. Como todas las historias tiene su
comienzo, el parte en medio y el fin. Y como todo, el parte en medio es siempre
el parte mas largo. En el comienzo tenemos la enfermedad de Lázaro, las
hermanas avisando a Jesús y la decisión de Jesús de ir a ver Lázaro. El parte
en medio es la muerte de Lázaro. Las dos hermanas llorando, su familia y amigos
acompañado a ellas, la reacción de Jesús y Jesús enfrente del sepulcro. El fin
es la resucitación de Lázaro. Cuando Jesús llama Lázaro de la muerte a la vida.
Cuando Lázaro escucha la llamada de Jesús y sale de la tumba.
Tenemos la bendición por que sabemos el fin de la historia. Sabemos
que Lázaro regreso a la vida. Sabemos que la muerte no era el final. La
historia tiene un fin feliz.
Ahorita, nosotros estamos en medio de nuestra historia. El comienzo
era en Enero cuando supimos de este pandemia. Un problema en China, no hemos
dado mucha cuenta a la historia, quizás hemos rezado por la gente allí. Quizás
hemos pensando, “¡Que bueno! Que no vivo allí. Ojala no va a llegar aquí a
nuestra tierra.” La verdad es que no hemos dado mucho importancia a la
historia. Pero solamente era el comienzo, el parte en medio era mas cerca.
Ahora no en China al otro lado del mundo pero Italia. Un lugar mas cerca, un
lugar que quizás hemos visitado, y conocemos alguien que vive allá. Después
España, y Nueva York. Ahora Los Ángeles. Estamos en medio de la historia. No
tenemos la bendición de saber el fin de la historia. No sabemos que va a pasar.
Puede ser que manteniendo distancias de seis pies va a poder ayudar que la
pandemia no sea tan fuerte aquí. Puede ser que no. ¿Quien se va a enfermar?
¿Hay gente quienes morirán del virus?
En el evangelio las hermanas mandaran noticias a Jesús de la
enfermedad de Lázaro, y ¿Qué es su reacción? Jesús no sale inmediatamente, no,
el espera dos días. ¡Dos días! El espera hasta que Lázaro esta muerto y después
va a ver Lázaro. Por esperar Lázaro tenia que sufrir la enfermedad, tiene que
morir. Las Hermanas tenían que atender a el, y después tenían que sufrir la
muerte de ser hermano.
Mi pregunta es la misma pregunta de Marta y María. “Señor, si hubiera
estado aquí.” “Señor, si hubiera estado aquí.” ¿Dónde esta Dios? Si Dios es
todopoderoso, porque no simplemente termina con la pandemia. Mas de 600,000
personas han enfermado. 30 mil perdieron sus vidas. ¿No es suficiente? ¿Cuántos
mas tienen que enfermarse? ¿Cuántos mas tienen que morir? ¿No es suficiente?
María esta preguntando la pregunta eterna de sufrimiento y ausencia de
Dios. ¿Dónde esta Dios? ¿Dónde estaba Dios en la muerte de Lázaro? ¿Dónde esta
Dios cuando los inocentes sufren? ¿Dónde esta Dios en los Huracanes, y
terremotos? ¿Dónde esta Dios en medio de esta pandemia? ¿Dónde estaba Dios en
la muerte de mi hermano? Señor, si hubiera estado aquí mi hermano no habría
muerto.
Jesús no responda a la pregunta directa de Marta ni María. Jesús no
había respondido a la pregunta por los últimos 2 mil años, y tampoco no
responda en medio de este pandemia. Pero Jesús tiene dos respuestas diferentes
para las hermanas. La respuesta de Jesús para Marta es de decir que Lázaro si
va a vivir en una manera mas profunda. Y para María dice que la respuesta de
Jesús es que el se conmovió hasta lo más hondo y preguntó, “¿Dónde lo han
puesto?” Y cuando la gente lleva Jesús al lugar del muerto empieza a llorar. La
respuesta de Jesús es de entrar en nuestro sufrimiento y dolor. Su respuesta es de acercarse mas a
nosotros.
Al empezar yo he dicho que no sabemos la respuesta de la historia. Que
estamos en medio de la historia y por eso sufrimos mas. Pero no es cierto. La
verdad es que no sabemos como va a terminar este capitulo de la historia pero
si sabemos como va a terminar la historia. Conocemos el fin de la historia.
Vamos a vivir. Si creemos vamos a vivir para siempre.
El Dios en el que creemos no necesariamente
interviene y nos rescata del sufrimiento y la muerte (aunque estamos invitados
a orar por eso). No, en cambio, el redime nuestro sufrimiento después. As veces la única respuesta de porque
sufrimos es la respuesta que Jesús dio a Marta y María – impotencia compartida,
angustia compartida y lágrimas compartidas, sin ningún intento de explica lo
que sentimos como su ausencia. Sabemos al final todo estará bien y nuestro
dolor algún día será redimido en el abrazo de Dios.
Comments
Post a Comment