¡Que viva la Virgen de Guadalupe!

Nuestra Señora de Guadalupe
12-12-2019

Este año celebre 30 años de sacerdote, entonces he tenido la oportunidad de celebrar la fiesta de Nuestra Madre. He predicado sobre diferente partes del Nican Mophoua, diferentes aspectos de la tilma de Juan Diego, las rosas y muchas diferentes puntos.

También he visto las apariciones muchas veces y he reflexionada sobre la fe de Juan Diego, la enfermedad de Juan Bernandino, he reído de los sirvientas que se perdieron cuando estaban siguiendo Juan Diego, pero he reflexionada mas sobre el obispo Juan Zumárraga. El primer obispo de México, el primero de ver la imagen impregnado en la tilma. El extranjero que no hablaba el idioma de la gente ni la cultura, pero apoyaba Juan Diego sin entenderlo, y creía en la virgen cuando al fin Juan Diego mostro el milagro.

Muchas veces de broma, pero en serio he dicho a la gente, a ustedes. “Yo soy el Obispo Zumárraga.” Yo soy el extranjero. Quiero apoyar a ustedes, quiero acompañarles, pero no soy Mexicano, no soy Juan Diego.

Por 30 años este ha sido muy bien. Pues como Juan Diego amaba los sacerdotes diciendo, “Son imágenes de Dios vivo” Yo he sentido mucho amor de parte de ustedes. Yo siento yo cariño por mi como sacerdote y también como persona.

Pero no quiero el papel de Zumárraga mas. Yo quiero ser como Juan Diego, yo quiero escuchar la Virgen decir a mi, no solamente a ustedes:

YO ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES.

Yo quiero que la Virgen dice a mi, “Patricio, Patito el mas pequeño de mis hijos Y MUCHO DE ALLÍ MERECERÁS CON QUE YO RETRIBUYA TU CANSANCIO, TU SERVICIO CON QUE VAS A SOLICITAR EL ASUNTO AL QUE TE ENVÍO.”

Yo quiero que todos nosotros seamos Juan Diego, Juan Diegito. Que la Morenita dice a cada uno de nosotros,
¿No estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

Yo quiero estar en el hueco del manto de mi madre, en el cruce de sus brazos. Yo se que todos somos Guadalupanos, pero tambien quiero que todos seamos Juan Diegitos. Y creo que la virgen tambien quiere ser la Madre de todos, no de algunos. Entonces si yo quiero ser como Juanito, si ustedes quieren ser como Juan Diegito tenemos que seguir sus pasos.

Cuando la Virgen envio Juan al obispo el respondio diciendo,

en verdad yo soy un hombre del campo, soy mecapal, soy parihuela, soy cola, soy ala; yo mismo necesito ser conducido, llevado a cuestas, no es lugar de mi andar ni de mí detenerme allá a donde me envías, Virgencita mía, Hija mía menor, Señora, Niña mia.

El primer paso de Juan Diego es humilidad. No humilidad falsa, “Yo no puedo hacer nada” Ni humilidad que deja los ricos y poderosos nos oprimen. No, una humlidad verdadera como Juanito. Un humilidad que sabe que no es importante si tengo mucha educacion o nada, no importa si tengo mucho dinero o soy pobre. No es importante si tengo muchos amigos o soy solo. No importa de donde vengo ni donde voy. Lo unico importante es de saber que somos escogidos. Somos los escogidos de la madre de Dios.

Y este es el segundo paso. De aceptar la virgen como nuestra madre. Nada contra los papas aqui, pero reconozcamos que el amor de madre es algo especial. En los ojos de nuestras madres somos simplemente hijos. Ni importante que tan viejos somos siempre vamos a ser sus hijos.  Ella quiere decir a mi, quiere decir a nosotros hoy y en cualquier momento de de problema:

Qué pasa, el más pequeño de mis hijos? ¿A dónde vas, a dónde te diriges?” Escucha, ponlo en tu corazón hijo mío el menor, que no es nada lo que espanto, lo que te afligió que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no temas.

Y este nos lleva al tercer paso, si Maria es nuestra Madre este quiere decir que todos somos hermanos. Que quiere decir que no hay nadie aqui mas importante ni menos importante. No hay nadie aqui que no tiene papeles. Entramos aqui como hijos muy queridos. Nuestra Madre nos quiere igual y tenemos que trabajar juntos para construir algo de maravilla para todos.

La verdad es no soy Mexicano, soy su hermano de adopción, gracias por compartir su madre conmigo, y gracias a ustedes he aprendido que la Virgen es mi madre tambien, gracias a ustedes puedo escuchar mi madre diciendo: No estoy aqui yo, que soy tu madre.




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