con los ojos fijos en Jesus

XX C
Hebreos 12, 1-4
Augusto 18, 2019

Hermanos: Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. Él, en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por eso está sentado a la derecha del trono de Dios.

Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado.

“Fija la mirada en Jesús”
La semana pasada predique sobre hebreos capítulo 11, los héroes en la fe. Yo he dicho que ustedes son mis héroes.  Hebreos hablo de Abraham y Sara, Jacob y Isaac. Nombrando ellos nuestros antepasados nuestros héroes en la fe. Yo he dicho que pudiera nombrar ustedes como mis héroes. Pero mi pregunta es ¿si son héroes como es posible? Tenemos la respuesta hoy en el capítulo 12 de hebreos, la lectura de hoy. Con los ojos fijos en Jesús. Solamente podemos ser héroes con los ojos fijos en Jesús, solamente podemos vencer con los ojos fijos en Jesús. Solamente podemos triunfar con los ojos fijos en Jesús. Si no, si olvidamos de Jesús, si fijamos en cualquier otra cosa vamos a perder, el enemigo va a triunfar.

Hebreos empieza diciendo: “Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron prueba de su fe. Hebreos está hablando De los Santos, de los mártires, nuestros antepasados en la fe.  Está hablando De San Pedro y San Pablo, santa Inés, y Santa Rosa, está hablando De san Alfonso, san Gerardo y san Clemente.  Está hablando de San Juan Diego, San Miguel pro, y san Oscar romero.

Diciendo que ellos no solamente nos dieron un ejemplo a seguir pero ellos también están aquí con nosotros, motivándonos, ayudándonos, enseñándonos, a fijar la mirada en Jesús. Los grandes mártires eran la bendición en los tiempos de persecución. Pedro y Pablo perdieron sus vidas por creer, Monseñor óscar Romero y Padre Rutilio Grande también perdieron sus vidas. 

Desafortunadamente estamos en tiempo de una nueva persecución aquí en los Estados Unidos. Y los mártires continua dando su ejemplo, tenemos los mártires de los siglos pasados pero también tenemos mártires de hoy de nuestro tiempo.

Este gran multitud de nuestros antepasados incluye Los Santos del pasado, pero también incluye Oscar Alberto y su hija Valeria, también incluye Jordán y su esposa Andrea, Arturo, Jorge, Leo y su esposa Maribel, Adolfo y su esposa Sara Ester, Angelina, Raúl y su esposa María, Alexander, David, Luis, María Eugenia, Iván Filiberto, Gloria Irma, Elsa, Margie, Javier, Teresa, y Juan De Dios. Los 22 mártires del Walmart en El Paso. Los nombres son importantes porque sus vidas eran importantes. Es su ejemplo que nos estimula a seguir con nuestros ojos fijos en Jesús.

Hebreos continúa diciendo, “dejemos todo lo que nos estorba; para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Si con tanto persecución podemos continuar solamente podemos continuar con los ojos fijos en Jesús. Por supuesto Jesús entiende, porque el también fue perseguido, el también murió, dando su vida para que nosotros pudiéramos tener vida.

Porque la verdad es el Río Bravo no es el fin, el Walmart haciendo compras no es el fin, como Gólgota tampoco no era el fin. Hebreos dice porque el aceptó la Cruz ahora está sentado al derecho del padre.


La verdad es que pueden quitar nuestros derechos, pueden encarcelar nuestros hijos, pueden separar nuestras familias, puede decir mentiras de nosotros, que somos traficantes, pandilleros, y violadores, pueden decir que somos ilegales, sin papeles y sin derechos, se puede cantar “send them back” “envíalos de vuelto”. Pero no puede quitar nuestra fe.  Ellos pueden robar todo pero no vamos a dejar que ellos roban nuestra fe.  ¿Como podemos continuar? Solo con nuestros ojos fijos en Jesús, con nuestros ojos fijos en Jesús. 

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