Escuchar a Jesus y seguir sus pasos.

4º domingo de Pascua

 Yo doy la vida eterna a mis ovejas.

Lectura del santo evangelio según san Juan 10,27-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno".
Si recuerden de la semana pasada, yo he dicho que el primer paso en ser discípulo de Jesús es que tenemos que reconocer a el. Tenemos que saber que el esta en medio de nuestras vidas, preocupado de todo lo que estamos haciendo y lo que esta pasando. Después tenemos que obedecer a el.
El evangelio de hoy continua el mensaje. Jesús nos llama sus ovejas, entonces tenemos que escuchar su voz y después seguir sus pasos. Es el camino de la vida eterna. Como he dicho as veces es difícil reconocer a Jesús, Jesús siempre esta aquí pero como los discípulos en el evangelio as veces por alguna razón no estamos conscientes de su presencia, as veces podemos perder su presencia en nuestras vidas. Es lo mismo con su voz. Por supuesto si no reconocemos a el tampoco no vamos a reconocer su voz.
En el icono de Perpetuo Socorro la Virgen María puede enseñarnos como escuchar. Si nota su oído esta muy pequeña. Esta muy pequeña porque ella no quiere escuchar otras voces, todo el ruido alrededor, solamente quiere escuchar la voz de su hijo. Entonces siguiendo su ejemplo para escuchar la voz de Jesús tenemos que enfocar en la voz de Jesús, tenemos que quitar todas las distracciones, todas las otras voces y escuchar solamente a el.
¿Pero donde? ¿Dónde escuchamos la voz de Dios? ¿Cómo podemos escuchar a el? En la palabra de Dios, por supuesto. Escuchando su voz en la biblia, leyendo la biblia, es la mejor manera. También en los sacramentos, pero como he dicho la semana pasada, no solamente tenemos que reconocer a Cristo en la iglesia, pero también en el trabajo, en la escuela, y sobre todo en la casa. Jesús habla allá también.
Para mi como Redentorista yo tengo que escuchar la voz de Jesús de ustedes. Como San Alfonso hacia, tengo que escuchar la voz de Jesús y los mas pobres y mas abandonados. En el confesionario, y los otros sacramentos, cuando tengo la oportunidad de hablar con ustedes como en la RICA, preparación para otros sacramentos. Cuando yo escucho ustedes pidiendo la bendición de Dios en la enfermedad, en la preocupación por sus hijos, en la inmigración, para nosotros los Redentoristas es la voz de Jesús, llamando, hablando.
Entonces para ustedes. ¿Cómo puede escuchar la voz de Dios? Pues también en los pobres, en los que tiene necesidades, pero ustedes deberían poder escuchar la voz de Dios en la familia. No con gritos, ¡Porque no hiciste tal cosa! ¡Porque gastaste el dinero! Sino en la palabras de amor y compasión.  “Te quiero.” “Tengo miedo cuando no estas.” Palabras que sale del corazón. Cuando escuchamos las palabras de las personas quien nos ama podemos escuchar la voz de Dios. Por eso recordamos nuestras madres hoy. Porque por su amor hacia nosotros nos trae mas cerca de Dios.
Pero este solamente es el primer paso, el segundo es seguir sus pasos. Como dice en el evangelio, ellas conocen mi voz y mi siguen. Como nuestras madres nos ha ensenado no es suficiente simplemente escuchar, también tenemos que hacer algo. ¿Pero que? ¿Cómo es que seguimos los pasos de nuestro Dios?
Hace algunos años atrás pudiera conseguir pulseras con las letras WWJD what would Jesus do, Que Hacia Jesús. Como una manera de seguir Jesús era reflexionando en cada situación que seria la reacción de Jesús es esta situación. Porque siguiendo los pasos de Jesús quiere decir seguir el, hace lo que Jesús hacia. Un buen ejemplo es el lavatorio de los pies. El camino de los discípulos de Jesús siempre es de servicio, y siempre empieza con servicio hacia las personas a quienes amamos mas. Escuchando a ellos, seguimos sus pasos.

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