Creer y tengan la vida eterna

Segundo Domingo de Pascua
28 de abril de 2019
Juan 20, 19-31

Tomas, siempre pensamos en Tomas, el hombre sin fe, el hombre que tiene que ver  para creer, el hombre que tenia que tocar antes de poner fe. Pero no quiero hablar de Tomas hoy, no me gustaría hablar mas de Jesús. La verdad es que Tomas no tenia fe, pero ¿que era la reacción de Jesús? Jesús no regaña a el, no Jesús ayuda  el a creer. Si tienes que tocar, toque, si tienes que ver, mira. No seas incrédulo sino hombre de fe.

Este es el deseo de Jesús, que seamos creyentes; hombres y mujeres de fe. Por eso Jesús resucito de los muertos; por eso Jesús apareció a los 11; por eso Jesús dejaba Tomas tocar su costado; su grande deseo es que seamos creyentes. ¿recuerda la ultima línea del evangelio? Si no esta bien, puedo leerlo de nuevo…

Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Lo que esta escrito es para que nosotros podemos creer. El deseo de Jesús es que seamos creyentes.

El Domingo pasado aquí en San Alfonso hemos bautizado 36 personas. 26 de ellos eran mayores, los otros 10 eran niños. Yo he tenido la oportunidad de hablar con ellos, con los que fueron bautizados y ellos compartieron conmigo porque querían ser bautizados. Ellos tenian el deseo de ser bautizados porque habían visto algunos de estos señales. Preguntando a ellos todos dijeron que fueron bautizados, o querian ser miembros de la iglesia por las obras que hicieron otras en sus vidas. Obras de otras católicos. Ellos hablaron de sus esposos, suegros, miembros de la comunidad de San Alfonso. Ellos tenían el deseo de ser parte de nosotros porque vieron la presencia de Jesús a través de nosotros.

Dicen que solamente algunas de las obras fueron escritos en la Biblia, pero Jesús hacia muchos mas. Porque Jesús sigue haciendo señales en el mundo. Y el hace este milagros a través de nosotros.

En el comienzo del Evangelio de hoy Jesús nos regala el don de la paz y después dice:  Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo".  Que quiere decir de la misión de nosotros los católicos, los creyentes es la misión de Jesús. Nuestra vocación es de hacer señales para que los demás puede creer. Para que los demás pueden mirar a nuestra comunidad y decir, “Allí veo la presencia de Cristo.”

Ahora las obras que estamos llamados de hacer son muchos. He hablado de algunos la semana pasada, pero hoy simplemente quiero hablar de una señal. Jesús nos regala con su Espíritu, para que:

"Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".

Para que seamos llenos de perdón y misericordia. Este es nuestra vocación de Cristianos, es lo que estamos llamados de hacer. De ser instrumentos de perdón y misericordia en el mundo de hoy. Como ustedes saben, hoy es el Domingo de la Divina Misericordia, este también es la misión de los Redentoristas. Por eso San Alfonso fundo la congregación de los Redentoristas, para que seamos instrumentos de perdón y misericordia en el mundo de hoy.

Pero no es el trabajo de un solo Domingo en el año, cada día debería ser la oportunidad de compartir la misericordia del Señor. No es la vocación solamente de los Redentoristas, es la vocación de todos los Cristianos, de ser instrumentos de perdón y misericordia y el mundo.

Por supuestos necesitamos perdón y misericordia en el mundo: ¿Qué es el opuesto de misericordia? Es condenación o juzgar. Estamos enviados de ser instrumentos de perdón y misericordia. Si los demás miran a la iglesia católica viendo que estamos llenos de perdón y misericordia pues vamos a revelar Cristo a ellos. Pero solamente condenamos  y juzgamos no estaos revelando Cristo. Pero no tenemos que empezar afuera de nosotros, podemos empezar o debemos empezar en nuestras propias casas y familias. El lugar para empezar es en nuestras casas, compartiendo perdón y misericordia entre esposos, entre padres e hijos.

Entonces nuestra vocación es bien claro, nosotros estamos llamados de continuar la obras maravillosas de Jesús. Especialmente obras de perdón y misericordia, pero hay una ultima parte. Jesús quiere que hacemos señales, para que los demás pudieran creer y ¿por que creer? Para que tengan vida eterna.


Ahora yo puedo explicar que quiere decir creer. Yo puedo dar ejemplos de creyentes, y de gente que no crean. Pueden hablar de los señales que estamos llamados de hacer, puedo dar muchos ejemplos. Pero de la vida eterna… no tengo palabras. Yo tengo en mi mente como va a ser la vida eterna. Pero solamente es un ilusión, lo único que puedo decir es trata de imaginar la vida eterna… ahora multiplica este imagen por 100. Ahora multiplica este por otra 100. Lo único que puede decir es que la vida eterna  es mucho mas de lo que pudiéramos imaginar, es el regalo que Cristo quiere dar libremente  a nosotros, lo único que tenemos que hacer es creer. Y creyendo tengamos la vida eterna.

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